martes, agosto 01, 2006

Incongruencia azul

Álvaro Delgado

En contra de su historia y sus principios, hoy el PAN condena lo que antes defendió y promovió: se niega a que se recuenten los votos, y rechaza las acciones de resistencia civil convocadas por AMLO, reprocha el expanista Rafael Landerreche Gómez-Morín, nieto del fundador del panismo; y asegura que Felipe Calderón saldrá fortalecido si acepta el cómputo voto por voto
México, D.F., 31 de julio (apro).-- Nieto de Manuel Gómez Morín e hijo de Rafael Landerreche, cofundadores del Partido Acción Nacional (PAN), Rafael Landerreche Gómez-Morín es rotundo: Ante una sociedad polarizada y con ánimos crispados, así como con evidencias de fraude en el proceso y la jornada electorales, se impone que Felipe Calderón acepte el reto de Andrés Manuel López Obrador de que se cuente voto por voto.
No tiene duda: “Es una gran oportunidad para el PAN de ser congruente con su historia de lucha contra el fraude electoral, y también de resistencia civil y pacífica, aceptar el reto y que se revise todo. Si realmente ganó Felipe, no tiene nada qué perder y, si no, que sea congruente con la ética que ha pregonado siempre.”
Militante del PAN por breve tiempo, exdiputado federal suplente; y promotor de la resistencia civil y pacífica en las protestas contra el fraude en Chihuahua, junto con Luis H. Álvarez, y en 1988 con Manuel Clouthier, Landerreche Gomez--Morín dice que es una ironía que ese partido se niegue a la revisión del proceso, cuando fue el primero en impugnar elecciones y en utilizar las acciones de resistencia pacífica:
“Lo que dice Felipe de que no se quiera ganar en las calles lo que no se ganó en las urnas se lo dijeron al PAN. Sería muy congruente y el PAN saldría fortalecido reconocer que el camino de la democracia se ha abierto a través de la impugnación a las elecciones y reconocer y apoyar ese derecho. Si gana, Felipe sería mucho más fuerte y si pierde sería congruente con su historia de limpiar elecciones y que no haya fraude electoral.”
Exintegrante de la Fundación Servicio, Paz y Justicia (Serpaj) que preside Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz, y promotor de proyectos de educación con comunidades indígenas de Chiapas, el sociólogo accede a una charla vía telefónica con el reportero el viernes 21, antes del rechazo de Calderón a la propuesta que le hizo López Obrador, en el intercambio de cartas del lunes 24.
Preocupado por la falta de puentes de comunicación en el país, Landerreche Gómez-Morín ve positiva la movilización pacífica de López Obrador y recurrir al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, a menudo conocido como Trife, al que emplaza a acceder al conteo voto por voto:
“Es una oportunidad para la democracia --nunca terminada, siempre en construcción-- que se estén dando, por un lado, las movilizaciones para defender el voto y, por otro, recurrir a una institución, al Trife. Andrés Manuel ya dijo que si el Trife hace el conteo y el Trife dice que perdió lo va a aceptar.”
--¿Y realmente lo va aceptar?
--Lo tiene que cumplir si lo asumió públicamente. Si ya lo dijo y no lo cumple, quedará mal.
AMLO y la violencia
Landerreche Gómez-Morín conoce a Lopez Obrador desde hace 15 años, cuando atestiguó el Segundo Éxodo por la Democracia, en 1991, y después lo apoyó en la precampaña impartiendo en Tabasco, a instancias del Comité de Derechos Humanos (Codehtab), talleres de resistencia civil y pacífica, previo al proceso electoral para gobernador, en 1994, contra Roberto Madrazo.
“De manera que cuando llegó el momento crucial, en 1994, no digo que la gran mayoría de la gente estaba preparada, pero sí había núcleos que sí y que podían, en un momento dado, apoyar e impulsar esa acción de resistencia civil y pacífica que se dio en la plaza de armas”, recuerda.
En efecto, él fue uno de los personajes que, el 19 de enero de 1995, resistieron el embate de granaderos y pandilleros que --provistos de armas, gases lacrimógenos, garrotes y piedras-- los expulsaron de la plaza principal de Villahermosa, para que Madrazo pudiera entrar al Palacio de Gobierno. Inclusive, el diputado local Félix Eladio Sarracino trató de aplastarlos con un camión.
“Madrazo ya había demostrado lo que hasta después descubrieron los priistas y todo México: que su gran habilidad no era otra que corromper y comprar gente, soltar dinero a diestra y siniestra”, evoca Landerreche, quien constató la “aparatosa inequidad (sic)”, acreditada luego con documentos del gasto de 241 millones de pesos, equivalentes a 72 millones de dólares.
“Fue uno de los grandes éxitos de Andrés Manuel y del PRD de mostrar, con hechos, que toda la campaña de medios que había de etiquetar de violentos a los perredistas no era correcta. Yo creo que sí tuvo gran impacto la resistencia no violenta que se hizo”, señala.
--Pero todavía se afirma que se quemaron pozos petroleros.
--En ese momento no hubo ninguna quema de pozos petroleros ni después. Andan confundiendo Irak y Kuwait con lo que pasó en Tabasco. Se tomaron los accesos a los pozos, pero, además, hay que recordar que esos accesos eran las tierras mismas de los campesinos invadidas por Pemex.
Destaca que esas acciones fueron totalmente no violentas e inclusive no se opuso resistencia a las detenciones. “Habrá habido incidentes aislados de violencia, ciertamente, en lugares donde no se controló la reacción, pero en general la movilización fue totalmente no violenta.”
--Usted que lo conoce, ¿es en verdad un “peligro para México”, como lo describe el PAN?
--No, ese es parte de los grandes mitos que se han hecho y he discutido con gente que se cree ese cuento. Ciertamente tiene cosas criticables, pero no tiene nada que ver con ese monstruo que presentan.
Pone como ejemplo la protesta que perredistas tabasqueños hicieron frente al edificio de la Bolsa Mexicana de Valores, en 1995. Los granaderos los rodearon y era inminente el choque: “Andrés Manuel, viendo que se venía la represión, ordenó levantar el plantón. Creo que es muy conciente de los peligros de la violencia, y está claro de evitarla.”
--Se le critica porque no condenó el incidente al vehículo de Calderón.
--Creo que a todos les ha pasado, a unos más a unos menos que la violencia verbal es la que menos se controla. No quiero decir que ese sea el caso concreto de Andrés Manuel. Pero a todos se les puede hacer esa crítica. En un caso de esos hay que poner las cosas en su proporción. A mí me consta que es una persona que no quiere la violencia y que, en situaciones dudosas, él prefiere no correr el riesgo.
Elba Esther y ultras
Formado en un “ambiente de panistas” y seguidor de la línea solidarista de Efraín González Morfin, candidato presidencial del PAN en 1970, quien renunció ocho años después cuando se produjo “la primera gran embestida de los empresarios para apoderarse del PAN”, Landrreche es hijo de Juan Landerreche Obregón, quien inclusive defendió la nacionalización de la banca.
De una “militancia fugaz”, como la define, apoyó, sin embargo, la instrumentación de las protestas del PAN en Chihuahua cuando se introdujo la Resistencia Activa Civil y Pacífica (Recap), que incluía cierre de carreteras y puentes fronterizos, y luego respaldó a Clouthier en sus protestas después del fraude de 1988.
A la distancia, Landerreche Gómez Morín ve cómo ha cambiado el PAN: “Es irónico: Muchas cosas por las que luchó, concretamente contra el fraude electoral, la transparencia electoral y la resistencia civil, ahora no las aprueba. Aunque, también, para ser objetivos, hay que recordar que no todos los panistas estuvieron muy de acuerdo con la resistencia civil.”
Encuentra otra incongruencia: “Algo que fue una constante crítica dentro del PAN fue el corporativismo y ahora hay alianzas del PAN y del gobierno, como con Elba Esther Gordillo y otros líderes, está reviviendo lo peor del corporativismo.”
El PAN, analiza, se ha corrido a la extrema derecha, en términos económicos y políticos, una conducta que su padre criticó solitariamente y que él inclusive planteó a Clouthier cuando éste hacía la huelga de hambre en el Monumento a la Independencia, acompañado alguna vez por Calderón:
“Le dije que era digno de encomio que estuviera recurriendo a acciones no violentas de lucha, pero que pensaba que las posturas en términos socioeconómicos no eran congruentes con una verdadera postura no violenta, que pone la justicia en un lugar muy importante y que no acepta las desigualdades sociales del capitalismo.
“Entonces la reacción de Clouthier fue muy curiosa. Me dijo: ‘Eres como tu papá. Siempre discutimos eso’. Luego le dije: ‘Lo que ustedes están proponiendo es lo mismo que Carlos Salinas’. Y la respuesta de él fue que no: ‘Salinas nos copió a nosotros’. Con esto estaba aceptando el fondo de la afirmación.”
Políticamente, añade, también ha cambiado mucho el PAN: “Los grupos de ultraderecha, por ejemplo de Jalisco, siempre fueron muy agresivos contra el PAN, concretamente contra Efraín González Luna, como los Tecos, que eran enemigos. Y resulta irónico que ahora esa gente, o similar, sea la que lleve las riendas del partido.”
--Como la Organización Nacional del Yunque.
--Sí, por eso digo los Tecos y similares, que no entraban al PAN y que entraron. La ultraderecha que era ajena al PAN, y hasta enemiga, ahora reina a sus anchas.
En el caso de Calderón, Landerreche afirma que podría representar la línea doctrinaria del PAN, pero con las alianzas está completamente desdibujada: “Yo no veo más que un cascarón de los principios de doctrina. Es más, no veo nada, porque en la campaña de Felipe qué decía que tuviera que ver con esos principios. Claro, es una tendencia general en todas las campañas y nadie habla de principios.”
Prueba de ello fueron las campañas multimillonarias en radio y televisión, aunque “algo esperanzador es que con el poder inmenso de estos medios uno esperaría que todo mundo bailara al son que ellos toquen, pero el hecho de que no sea así quiere decir que hay una conciencia ciudadana que no se traga cualquier cuento”.
Para Landerreche Gómez-Morín, quien en 1994 demostró con pruebas la manipulación del patrón electoral en Tabasco, sin duda se observaron conductas fraudulentas en las elecciones del 2 de julio --“a veces las pruebas del PRD no son muy sólidas, aunque lo que hace sospechar es la negativa del PAN a que se cuenten los votos”--, incluyendo la intervención del presidente Vicente Fox en la campaña.
“Obviamente fue una intervención partidista, pero en esto nadie se salva. El uso de recursos públicos para defender una postura partidista ha sido bastante descarado en el caso del PAN, pero el PRD tampoco puede decir que está libre de pecado. Uno de los grandes problemas de hoy es que todo mundo ve la paja en el ojo ajeno y no es cierto que esté limpio el propio”, agrega.
Uno como el otro, afirma, han asumido conductas análogas, que precisamente por eso se requiere una revisión de los votos por parte del Tribunal Electoral:
“Hay suficientes elementos no sólo en esta elección, sino en la historia de México, en la historia político-electoral, como para que se justifique que se investigue a fondo la elección. El PAN durante muchos años lo estuvo haciendo, entonces, en aras de su propia historia, si es tal, y además en aras de la congruencia con sus principios, debe aceptar ese reto y ver qué pasó.”